Primera luz encendida: cuando el país se apagó… y no cayó en el caos

El 26 de abril de 2025, España se apagó. Literalmente. Un apagón eléctrico masivo dejó a millones de hogares, negocios e infraestructuras a oscuras durante horas. Parecía el preludio del caos: sistemas colapsados, trenes detenidos, hospitales con generadores de emergencia y una población conectada que, de repente, quedaba incomunicada.

Pero lo que podía haber sido una película de terror social se transformó en una demostración de madurez colectiva. Gracias a una sociedad con cultura cívica y una educación que fomenta el respeto y la colaboración, no hubo disturbios ni pánico. Las tiendas mantuvieron la calma, los vecinos compartieron velas e información, y las autoridades pudieron trabajar sin obstáculos para recuperar el servicio.

El comportamiento de la ciudadanía recordó al clásico ejercicio de construir estructuras con espaguetis: cuando los grupos cooperan y escuchan, el resultado es sólido y estable. Y así fue. El personal técnico actuó como una orquesta bien coordinada, con protocolos de respuesta rápida y comunicación eficiente.

Según Red Eléctrica Española, el sistema de gestión de la demanda y el trabajo conjunto con las comunidades autónomas permitieron restablecer el servicio en tiempo récord. Además, el conocimiento adquirido sobre eficiencia energética y green computing jugó un papel clave para evitar un colapso tecnológico total.

Cuando volvió la luz, no solo se encendió la electricidad. También quedó claro que la mejor infraestructura de un país es su gente. Y que, incluso en la oscuridad, una sociedad cohesionada puede ser la luz que evita el caos.

Referencias