La primera web jamás creada… y cómo el fútbol nos lo recuerda cada domingo

En un mundo hiperconectado, donde la tecnología marca el ritmo de nuestra vida diaria, parece imposible pensar que todo empezó con una web tan sencilla como revolucionaria. Pero la primera web —una simple página del CERN creada por Tim Berners-Lee— no solo transformó la manera en que compartimos el conocimiento, sino que también nos recuerda la fuerza del trabajo en equipo. Y es que, igual que en el fútbol, ningún genio solitario puede llegar lejos sin un equipo que cree el espacio para que brille.
En el fútbol moderno, este principio se hace evidente con nombres como Lamine Yamal, la estrella adolescente del Barça. Su talento es indiscutible, pero lo que le permite desplegarlo es la red de compañeros que le liberan espacio, el entrenador que confía en él y un sistema táctico que lo impulsa hacia la gloria. Así como en la primera web la conexión entre documentos hizo posible la navegación, en un partido de fútbol es la conexión entre jugadores la que transforma un movimiento en gol.
Este paralelismo se refuerza con actividades de teambuilding como el reto de los espaguetis: equipos que, en 18 minutos, deben construir una estructura con recursos limitados. Los grupos que cooperan, escuchan y se coordinan terminan superando con creces a aquellos que tienen un líder brillante pero aislado. En el fútbol, como en la web y en estos retos, la suma supera al brillo individual.
Así como la Biblioteca de Alejandría guardaba el saber antiguo, internet hoy nos conecta con todo el conocimiento del mundo. Pero, como en el fútbol, hace falta equipo, confianza y juego colectivo para que un solo jugador o una sola idea lleguen realmente lejos.
Referencias